LLEGA EL DÍA...
Llega el día… Un día que amanece como cualquier otro, pero con una sensación diferente; esa sensación en la que se mezclan de forma mágica ilusión, confianza, pequeñas dosis de miedo y adrenalina. Ese día que comienza sin parar de repasar mentalmente si he dejado todo preparado (músicas, programa, maquillaje, redecillas, algún maillot si he tenido que decorar,... y una mente fría capaz de transmitir tranquilidad).
Llega el día en el que, después de muchas horas, muchos días y meses de preparación, por fin saldrá a la luz todo el esfuerzo y la ilusión puesta en cada momento de entrenamiento. Ese día en el que hemos de estar satisfechos por el trabajo realizado, por haber puesto en juego todo lo que estaba en nuestras manos, por haber disfrutado del proceso, por haber puesto el corazón en cada paso y en el que debemos estar tranquilos al pensar que <<si eres capaz de hacerlo “en casa”, por supuesto que eres capaz de hacerlo a cientos de kilómetros también>>.
Y ese día, en el que las emociones están a flor de piel, me colocaré ahí, en ese rinconcito que separa con unos metros tus sueños y los míos, que nos une mentalmente y desde el que te mando toda la energía que te he intentado transmitir durante muchos meses; esa misma energía que me transmites tú cuando, con ilusión, me dices que algo ya lo has conseguido. Me colocaré ahí, con el corazón en la mano, porque si lo suelto se descontrola, y te miraré con el deseo más sincero de que seas capaz de dejar fluir todo lo que llevas dentro, todas las horas de dedicación, todo lo que ya sabes hacer y que ahora sólo necesitas permitirte que salga a la luz. Me colocaré ahí, a unos metros de ti, con el único deseo de que seas capaz de cumplir tus sueños.
Cris GV.